Toda la ciudad es llana y dispone de un amplísimo carril-bici, por lo que una forma muy apacible y dinámica de recorrerla es la bicicleta. Puedes alquilarla o sacar un bono valenbici.
Ir de tapas está muy bien, pero en Valencia el almuerzo es un momento especial. Elige entre un sinfín de bocadillos a precios ridículos.
No sólo existe la ciudad de las ciencias, Valencia tiene un gran patrimonio arquitectónico.
Déjate sorpender por la actividad variada del cauce: patinadores, batucadas, tai-chi... Todo es posible, con suerte escucharás el concierto al pasar junto al palacio de la música.
Lo que has probado por ahi, ni se le parece.